Hay áreas de nuestro cuerpo que muchas veces o casi siempre olvidamos de cuidar de los rayos del sol o de otras causas que nos afectan totalmente. ¿Cuáles son y cómo cuidarlas de la mejor manera?
Aunque actualmente existe más conciencia de cuidar nuestra piel del sol, hay algunas zonas que aún siguen siendo olvidadas. Una zona más común es la zona de los labios.A muchas de nosotras se nos olvida cuidar nuestros labios (siendo muy sensibles), ya que los efectos de los rayos UV no son reconocidos a simple vista. Sin embargo, el sol si los afecta y lo hace de diferentes maneras: no los broncea pero si los quema, los seca, los agrieta (labios partidos) y destruye el colágeno, lo que los hace más delgados y débiles con el paso del tiempo.
La piel de los labios es muy fina y sensible, por eso, es aconsejable y necesario cuidarlos. Además, los labios no tienen melanina (sustancia que protege el resto de nuestra piel naturalmente), por este motivo es que quedan desprotegidos.
●¿CÓMO CUIDARLOS?
Para cuidarlos, siempre es recomendable utilizar un protector especial para labios. Lo ideal son los labiales con FPS 25 que tienen sustancias y vitaminas humectantes y bloqueadores de los rayos UVA y UVB que evitan que los labios se resequen a causa del sol y el viento. Pero no te confíes que también durante los días nublados los rayos UV pueden causar daños en la piel, pues sólo cuando es de noche desaparece la luz solar!
●TIPS
El uso del protector labial regular puede prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Se recomienda usarlo al realizar actividades al aire libre, en especial deportes de playa, náuticos o de montaña.
Es muy importante aplicarlo 30 minutos antes de la exposición al sol.
También hay que tener en cuenta aplicarlo tantas veces como sea necesario, ya sea después de nadar, de secarte con toallas, de hacer ejercicio o de haber estado bajo el sol mucho tiempo.
ALGO MÁS
Hay otras zonas (como el cuello y el escote) que olvidarnos y con las que hay que tener cuidado, ya que támbien ahí la piel es muy delgada y sensible (en algunos casos más que la piel del rostro).
La razón por la que esta piel es más vulnerable es que no tiene un buen sostén muscular y carece de una cantidad suficiente de glándulas sebáceas, haciendo que se seque, se debilite y se arrugue. Además, la piel del cuello y del escote es propensa a la aparición de manchas. En definitiva, es allí donde primero se nota el paso del tiempo.
●Un consejo útil es colocar el protector solar en esta área justo después de colocarlo en la piel del rostro. De esta forma evitás olvidarte y te librás de las diferencias en la coloración de tu piel entre la distintas parte del cuerpo.
●Y un último tip: no te olvides de ponerte protector en zonas delicadas como el empeine, la nuca y atrás de las orejas.
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